[Cápsula] ¿Cómo mejoramos la aceptabilidad de los alimentos?
Dentro de las principales problemáticas que se presentan en las granjas está el consumo de alimentos por parte de los animales, por ello es importante trabajar en la aceptabilidad de los mismos
A continuación, presentamos un estudio "Mejora de la palatabilidad de la dieta para estimular la ingesta de alimento en cerdas lactantes durante el verano" realizado en granja comercial por el equipo del Prof. Dr. Bruno A. N. Silva de la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil).
Introducción
La ingesta de alimentos durante la lactancia es fundamental para garantizar que la cerda sea capaz de satisfacer las necesidades nutricionales de su camada en crecimiento mientras mantiene su condición corporal.
De los muchos factores que pueden limitar la eficiencia de la producción, el clima es el que más puede influir, sobre todo en verano. En condiciones de estrés térmico, el apetito y la ingesta voluntaria de alimento se reducen para disminuir el efecto del aumento de la ingesta de calorías causado por la digestión del alimento (TEF – thermic effect of feed, por sus siglas en inglés).
Se han explorado varias estrategias para minimizar este problema, como por ejemplo ventilar la nave o los animales y aumentar la densidad de nutrientes de la dieta para compensar la reducción de la ingesta de alimento. La mejora de la palatabilidad de la dieta mediante la adición de aditivos sensoriales también tiene el potencial de estimular la ingesta de alimento en las cerdas durante este período.
Este estudio se realizó con el objetivo de evaluar la suplementación de diferentes niveles de un potenciador de palatabilidad exclusivo (Krave® AP) en dietas para cerdas lactantes y su impacto en la productividad y el rendimiento reproductivo.
Materiales y métodos
Un total de 300 cerdas Danbred, con orden de parto mixto, se dividieron en tres réplicas de 100 cerdas. Dentro de cada réplica, las cerdas fueron asignadas en un diseño experimental completamente aleatorio entre tres tratamientos dietéticos según el peso corporal, el espesor de grasa dorsal y el orden de parto (1º, 2º y 3º - 4º orden) al destete.
Las cerdas se distribuyeron en tres tratamientos:
T1. Dieta control
T2. Dieta control + 250g/t Krave® AP
T3. Dieta control +500g/t Krave® AP
Las cerdas fueron alojadas individualmente en jaulas de parto con acceso controlado al alimento y se alimentaron a razón de 2 kg por cerda y 0,5 kg/lechón y agua ad-libitum. Cada tratamiento consistió de 100 réplicas y cada animal fue considerado como una unidad experimental.
Dentro de las 48 horas posteriores al nacimiento, se realizó el marcado de los lechones en la oreja y fueron distribuidos entre las cerdas del mismo grupo para estandarizar el tamaño de la camada a 15 lechones por cerda. No se ofreció alimentación suplementaria o creep feeding a los lechones durante el período de lactación. Se calcularon y analizaron los valores máximos y mínimos diarios, la media y la varianza diaria de la temperatura ambiente y la humedad relativa durante todo el periodo experimental. Los contenidos de proteína, grasa corporal y energía al parto y al destete se estimaron según las ecuaciones de Dourmad et al.(1997).
Las proteínas, los lípidos y las pérdidas de energía durante la lactancia fueron estimados como la diferencia entre los valores calculados en el momento del parto y del destete. Se calcularon y analizaron las variaciones diarias de temperatura ambiente y humedad relativa para todo el periodo experimental.
La producción diaria de leche durante el periodo de lactación se calculó a partir de la tasa de crecimiento y el tamaño de la camada entre los días 2 y 24, y la media diaria de leche utilizando la ecuación de Noblet y Etienne (1989). Se midieron el rendimiento y los parámetros fisiológicos de las cerdas durante la lactacncia. Los parámetros de lactancia se recopilaron en el momento del parto y del destete.
Resultados y discusión
La tabla 1 muestra un resumen de los resultados. Las temperaturas mínimas y máximas medias y la humedad relativa medias durante el periodo experimental fueron 16,5 y 32,1ºC , y 96,1 y 37,1%, respectivamente. El tamaño de la camada fue el mismo al inicio del ensayo para todos los tratamientos (es decir, 14,83, 14,82 y 14,80, respectivamente para T1, T2 y T3). La contaminación por micotoxinas en el alimento provocó una reducción del peso final de 5,4 kg (figura 2).
El nivel de inclusión de Krave® AP tuvo una influencia significativa (P<0,05) en la ingesta de alimento, la ingesta de alimento de las cerdas T3 fue mayor que la de T2 y T1 (6,60 vs. 6,02 vs. 5,08 kg d-1, respectivamente). Cuando se comparó entre las cerdas alimentadas con KRAVE® AP, el nivel de inclusión más alto (T3) mostró una mejora del 9,6% (P<0,05) en el consumo de alimento en comparación con las cerdas T2. No hubo diferencias en la pérdida de peso corporal de las cerdas entre tratamientos.
En cuanto al tamaño de la camada al destete, las cerdas T3 mostraron un mayor (P<0,05) número de lechones destetados en comparación con las T2 y T1 (13,45 vs. 13,07 vs. 12,95, respectivamente). Hubo un efecto del tratamiento (P<0,05) sobre la ganancia diaria de la camada, donde las camadas de las cerdas T3 tuvieron una mayor ganancia diaria en comparación con las T2 y T1 (3,37 vs. 2,75 vs. 2,58 kg/d, respectivamente).
El peso medio al destete también fue mayor para los lechones de las cerdas T3 en comparación con los de T2 y T1 (7,00 vs. 6,16 vs. 5,86 kg, respectivamente). La producción media diaria de leche fue un 43% mayor (P<0,05) en las cerdas alimentadas con T3 en comparación con las alimentadas con T2 y T1 (12,99 vs. 9,55 vs. 8,59 kg/d). Por lo tanto, se puede deducir que el aumento de la producción de leche está directamente relacionado con el aumento de la disponibilidad de nutrientes para la producción de leche a partir de la ingesta de alimento de la cerda.
Conclusión
En condiciones de trópico, las cerdas lactantes reducen voluntariamente su ingesta de alimento para disminuir la producción de calor endógeno debido al aumento de la ingesta calórica de los alimentos; esta reducción de la ingesta voluntaria repercute negativamente en la movilización de las reservas corporales, la producción de leche y la futura vida reproductiva y productiva de la cerda.
El uso de potenciadores de la palatabilidad en el alimento puede permitir un aumento de la ingesta voluntaria de alimento por parte de los animales y mitigar parcialmente los efectos negativos del clima tropical sobre el rendimiento de las cerdas y sus camadas. El presente estudio demostró que el uso estratégico de Krave® AP para estimular un aumento en la ingesta voluntaria de alimento de la cerda puede beneficiar la producción de leche y, en consecuencia, mejorar el rendimiento de la camada. En resumen, Krave® AP puede ayudar a mitigar los efectos negativos de las condiciones de estrés térmico en la cerda lactante.}
Referencia:
B.A.N. Silva, R.L.S. Tolentino, S. Eskinazi, D.V. Jacob, F.S.S. Raidan, T.V. Albuquerque, N.C. Oliveira, G.G.A. Araujo, K.F. Silva, P.F. Alcici. Evaluación de la suplementación con sabor alimenticio sobre el rendimiento de cerdas lactantes altamente prolíficas en un clima tropical húmedo. Ciencia y tecnología de la alimentación animal, v. 236, p. 141-148, 2018.
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